Trabajo en el metrónomo.
Por Carlos Reyes.
Fundador del Plectrodedo.
El Metrónomo, para algunos músicos, un enemigo a vencer, para otros, el mejor amigo.
En nuestros artículos anteriores, tanto el Doctor Jorge Quinn, como mi persona, establecimos los criterios teóricos de la velocidad respecto a la percepción.
En este segmento, pasaré a desarrollar un perfil práctico de estudio con ayuda del metrónomo, con algunos de mis criterios de trabajo.
En el libro A Plectrodedo, tomo en profundidad la mecánica del trabajo que ejecuto al estudiar repertorio o hacer ejercicios dinámicos de velocidad. Partiendo de que la velocidad comprende como tema muchas vertientes, que en el próximo capítulo de esta serie (el artículo cuarto), daré a conocer con algunas indicaciones que se ajustan a las que se ofrecen en el libro A Plectrodedo.
Una prioridad técnica.
En primer lugar, la poca importancia que se le ha dado al metrónomo en la guitarra de concierto (Guitarra clásica), ha sido un tema de preocupación de mi parte, dado que, mi experiencia personal como músico a nivel práctico derivó de mi ejercicio como repertorista de la Escuela de la mandolina académica creada por el maestro Iván Adler, es en su cátedra donde aprendo a valorar el uso del metrónomo, ya que en los estudios habituales de la guitarra no es común; entre mandolinistas en cambio, es diario y frecuente que cada sección de estudio (sea de técnica o de repertorio), se ampare en el recurso, lo que sin duda ha permitido a dicha Escuela generar rasgos gimnásticos importantes en sus practicantes, además, de fortalecer los siguientes ámbitos:
1. Lectura a primera vista.
2. Potencia de sonido.
3. Seguridad de ejecución.
4. Acoplamiento en la música de cámara.
5. Claridad en la articulación de las frases.
Escuelas y Metrónomo.
En la Escuela Tárrega (aunque no podemos señalar en realidad como “culpable” del no uso del metrónomo a ninguna Escuela, sino en todo caso al criterio de los profesores), es común el "desprecio" a este instrumento de medición musical, y lo es, por la presión que ciertamente ejerce en el intérprete, al ceñirlo a su pulso y controlar por así decirlo, la libertad de expresión que obedece al espíritu interpretativo y al estilo abordado por el ejecutante.
Sin embargo, y en medida que la experiencia de cada intérprete se desarrolla en su profesionalización, se da cuenta de cómo en otros rubros de la música, el metrónomo más que un represor, es un amigo necesario; caso, que se comprende al ingresar a un Estudio de grabación y comprobar, que si quieres sacar rápido el trabajo por aquello del costo precio/horas en el Estudio, su aplicación puede ser una bendición monetaria.
Ejemplos a seguir.
Los maestros brasileros: Odair y Sergio Asaad. Virtuosismo y creatividad.
Se nota con mucha claridad además, cuando un trabajo discográfico pasó por el pulso de un metrónomo. Uno de mis Dúos preferidos en la guitarra, es el de los Hermanos Sergio y Odair Asaad, de Brasil, y es fácil notar como sus grabaciones impecables, se han dado bajo las rígidas normas metronómicas, incluso, cuando desarrollan un Ritardando o un Accelerando, que desemboca a otro movimiento dentro de una misma pieza, se nota como logran subdividir el tempo de tal modo, que no compromete al pulso medido científicamente por el metrónomo.
Una breve anécdota.
El maestro Iván Adler. Fundador de la Escuela clásica de la mandolina en Venezuela. Y quién puedo agregar, fue Co-fundador del Plectrodedo (ya que de su Escuela traduje a la guitarra el desarrollo del "Dedillo" a un nivel de mayor amplitud técnica); dedicaba un espacio de nuestros ensayos (como Dúo Intermezzo), a escuchar algunas grabaciones de diferentes Dúos. Llevé para una audición, un Disco Compacto del Dúo Asaad; cuando Iván escuchó aquello su primer comentario fue: - ¡El que hace la primera guitarra (Odair Asaad), debe ser mandolinista también! Coincidencias o no, el padre y primer maestro de estas estrellas de la guitarra, fue mandolinista. Y puedo agregar más a este punto.
El maestro Odair Asaad, aplica (sin duda alguna), el formato de pulsación que igualmente se desarrolla en los estudios de la mandolina, y que es una de las bases del Plectrodedo para ganancia de potencia, sincronización y velocidad.
La aplicación del denominado “Martillo y Rebote” (Sistema aplicado para la mano que digita en la mandolina de la Escuela Adler), no es usual dentro de la técnica de digitación regular en la Escuela Tárrega.
Al metrónomo.
En el libro "A Plectrodedo", se plantea un capítulo entero dedicado al "Sistema Kungfúsica"; sistema que parte, de mi pasión por las Artes marciales, mismo nivel de pasión que siento por las artes musicales. Ambas que he practicado desde mis Nueve años de edad.
Tal como menciono en el libro "A Plectrodedo", hace años dejé de hacer prácticas deportivas con apoyo del cronómetro; como músico, me ha sido ciertamente más fácil abordar mis patrones de ejercitamiento con la ayuda del metrónomo, y de ahí parte uno de los principios técnicos más importantes tanto para el Sistema Kungfúsica, como para la Escuela del Plectrodedo. El principio de la Analogía.
Al hacer ejercicios de Pateo, de intercambios de puños en un costal, utilizo términos musicales, subdivido mis acciones físicas dentro de un pulso determinado por el metrónomo, tal cual como si practicara la guitarra; y esto supone una ventaja para mi práctica dentro de la guitarra, ya que he involucrado a todo mi cuerpo y cerebro en la comprensión total del pulso que determine mi amigo el metrónomo.
Plantearé a continuación una serie de ejercicios con y sin la guitarra.
Sin la Guitarra.
1. Realizar caminatas en un circuito a pasos de pisada por pulso en 60 bits = Negra.
2. Subdividir la caminata hasta desembocar en el consecutivo trote a pasos de corcheas, tresillos, simicorcheas.
3. El pulso Natural, es un pulso interno que cada músico debe aprender a reconocer, el mio se estandarizó en justo las 60 pulsaciones por minuto, así que me es fácil iniciar y sostener ese pulso incluso sin el metrónomo de apoyo.
4. Una vez consigues tu pulso "Natural", debes dominarlo desde todas las posibles subdivisiones rítmicas. Luego ir aumentando el pulso metronómico. Yo aumento por lo general en proporciones de 20 pulsos, es decir, de 60 paso a 80, luego a 100, 120...
5. Practica el seguimiento del pulso: prende el metrónomo en una habitación, escúchalo, inicia un contéo sobre ese pulso y sal de esa habitación. Sin dejar de hacer el conteo, dedícate a otros oficios y una vez termines (sin parar de contar), vuelve a la habitación donde tienes el metrónomo funcionando y verifica que tanto te mantuviste dentro del pulso.
Con la guitarra.
1. Normalmente, practico con las manos por separado todo lo que pueda, desde las escalas hasta el repertorio. Para el caso de la mano que digita, produzco el sonido dejando caer con fuerza mis dedos sobre las cuerdas en cada traste involucrado, y pulsando o haciendo ligaduras técnicas descendentes, caso cuerdas al aire.
2. Con la mano Derecha (la que pulsa), trabajo los argumentos de los diferentes Dedillos que involucraré en un determinado pasaje de mi repertorio, inicio por lo general con el calentamiento de ejercicios activos, es decir, generando movimientos progresivos que me lleven al planteamiento final. Inicio haciendo trémolos de Dedillo en cada dedo, luego al "calentar motores", emprendo con el Plectrodedo Simple: Movimientos correspondientes para cada grupo muscular de cada dedo. Y, Plectrodedo Compuesto: Movimientos en grupos de "Tijeras" (Dedillos sincronizados).
3. En la mandolina el formato de "Digitación por pulsación del plectro" es el "Martillo y Rebote" Y esto produce una sonoridad redonda entre ataque del Plectro (Golpe de púa) y la Digitación. Exactamente ocurre lo mismo entre nuestro Dedillo y la mano que Digita.
4. Apoyo en la tecnología escrita. Es decir, los programas como Finale o Sibelius, tienen el Don, de permitirnos escuchar en pulso la música escrita. Al escribir mis arreglos en Plectrodedo por ejemplo, monto en vivo mi guitarra sobre el audio que genera el programa y voy llevando ese pulso exacto a diferentes velocidades, lo que me permite un gran margen de exactitud al seguir al sonido escrito.
Para cerrar.
Carlos Reyes e Iván Adler. Fundadores de la Escuela del Plectrodedo.
Recomiendo a los Estudiantes y maestros, desarrollar el trabajo de medio tiempo como repertoristas de cátedras que desarrollan instrumentos melódicos. Si algo me ayudó ciertamente, fue el serlo de la Escuela de la mandolina del maestro Iván Adler, no solo porque pude ver de cerca el planteamiento de su trabajo en el uso del plectro y trasladarlo al Dedillo muy organizadamente, lo cual derivó en el Plectrodedo, sino porque amplió sin duda mi percepcion musical en temas como la lectura, la resolución veloz de armonías, el seguimiento interpretativo de cada alumno de su cátedra en tiempo real, además de fortalecer mi proyección e intención de sonido.
En los próximos artículos sobre la Velocidad.
4. Los derivados. ¿Que debemos practicar para ser veloces?
5. Plectrodedo. Una Escuela para velocistas.
6. Potencia de sonido en alto rendimiento y velocidad.
En el libro "A Plectrodedo": La Nueva Escuela de la Guitarra, este y otros temas se abordan en mayor profundidad y con muchas otras variantes técnicas que son igualmente importantes desarrollar para nuestro Cuerpo de Doctrina.
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