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sábado, 7 de mayo de 2016

Sigue mi nuevo libro: La Escuela del Plectrodedo.

Ha sido bueno el tiempo que ha tardado salir el libro del Plectrodedo al público guitarrístico, la madurez que hoy en día tiene el concepto del Plectrodedo se debe sin duda a la genuina incorporación de tres personas a mis investigaciones de 20 años de desarrollo técnico y creativo, tres investigadores, conocedores de sus respectivas áreas que me han permitido dar el soporte claro y muy definido de algo que comenzó como una idea técnica cuando realmente tenía el potencial de toda una nueva escuela de la guitarra. Hoy podemos defender y sustentar nuestra escuela con material bibliográfico, histórico, técnico, creativo, fisiológico. Sabemos a qué venimos con esto y a donde nos dirigimos también. En palabras de uno de mis co-autores, el maestro Ángel Blanco:
"El Plectrodedo es, la apéndice no desarrollada por la escuela razonada de la guitarra adjudicada al maestro Francisco Tárrega. Desde una línea distinta en el tiempo, es necesario notar que los vihuelistas antiguos manejaban el dedillo en pasajes melódicos, los músicos populares como los charanguistas para rasgueos, y algunos contados maestros más contemporáneos alrededor del mundo, han compuesto alguna obra pensando en eso. Carlos Reyes llega y muestra toda una escuela razonada sobre lo mismo a través de su experiencia con la escuela mandolinística del maestro venezolano Iván Adler y a partir de esta, entramos en una nueva etapa para una técnica que incluso fue desdeñada por nombres de vihuelistas tan importantes como Alonzo de Mudarra y Miguel de Fuenllana. El Dedillo la técnica olvidada es ahora el perfil predominante de una escuela nueva, el Plectrodedo. Con el perfil fisiológico que sustenta el Doctor en medicina Jorge Qüin, el argumento técnico del plectro mandolinístico sustentado por el maestro Jesús Ardila y la traducción técnica, de registro escrito y de superación creativa en un repertorio propio, con obras originales, y adaptaciones realmente imposibles de ejecutar fuera de sus técnicas, tenemos gracias al maestro Reyes que el Dedillo encuentra un sustento en el Plectrodedo para rescatar su propia historia tal como si habláramos de un eslabón perdido que siempre estuvo ahí”.